Vomito sobre los milicos de Campo de Mayo, los que mientras con mi mamá recorríamos reparticiones buscando a Miguel nos decían a mí y a mi hermana, mostrándonos un poster con fotos de "subversivos": "Cuál de estos es su papá?".
Vomito sobre el cana de la comisaría de Caseros, el que le dijo a mi mamá, que preguntaba por el paradero de Miguel: "Y, se debe haber ido con otra".
mito sobre los "educadores" que me hicieron la siguiente oferta para continuar en mi escuela: "Si te callás, podés seguir estudiando acá".
Vomito sobre los que hicieron que hoy, después de tanto tiempo, mi hermana Natalia Díaz escriba esto: "era tan chica, y no entendía nada, solo que Miguel no volvía y no volvía y no volvía..."
lo escribió mi papá entre estados y estados de facebook.
me da a pensar que hay miles de almas destrozadas en pedacitos, y que aunque intentamos reconstruirlas, siempre falta un pedazo, que en este caso, es Miguel Ángel Horton.